martes, 24 de enero de 2012

Un elixir de los Dioses

El vino siembra poesía en los corazones.
Dante Alighieri. Poeta y autor de La Divina Comedia
(Italia, 1265 - 1321)

Se  cree  que  hace  6.000  años  los  sumerios  fueron  los primeros en notar el efecto que produce el alcohol en el cuerpo humano. Los agricultores de esta legendaria civilización, situada entre los ríos Tigris y Éufrates, se dieron cuenta  que  consumir  el  jugo  fermentado  de  uva  podía desencadenar una magnífica euforia.

Sigue  siendo un  enigma  el país y  la  época  en  la que  se originó la vinicultura; aunque importantes investigaciones  señalan a Egipto, 4500 a.C., como su lugar de origen.

En recientes expediciones se encontraron pepitas de uvas y  restos  de  ácido  tartárico  en  unas  ruinas  ubicadas  en Chipre  con más  de  5.000  años  de  antigüedad.  En  una entrevista publicada en el Semanario de Chipre, la arqueóloga italiana María Rosaria Belgiorno confirmó haber encontrado dos jarras usadas para el vino e incluso semillas de las uvas.


También se sabe que los egipcios fabricaban vinos desde hace más de tres mil años, por restos arqueológicos encontrados en los jarrones que adornaban algunas tumbas de sus faraones.

Sin  embargo,  aún  se  siguen  encontrando  datos  arqueológicos  que  abren  nuevas  teorías.  Lo  cierto  es  que,  en antiguas obras literarias, autores como Homero, el poeta griego de la Antigüedad clásica, hacen referencia al vino y a sus efectos en los hombres.

                                                                                                                                                     Mariby Pérez López

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